miércoles, 2 de octubre de 2013

Empezar De Nuevo

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Es pronto para saber y adelantarse,
es pronto para decirte muchas cosas
que me gustaría decirte.

Es pronto para imaginar el gozo de estar cerca de ti,
es pronto por que el tiempo del brillo de tu luz
y de tus ojos aun se me hace corto.

Es pronto para sentir el placer del roce de tu piel,
de las caricias de tus manos, de los besos y de sentir
el sabor de tus labios.

Es pronto para recorrer y andar un camino
que creímos estaba cerrado, un sendero que
entre tu y yo estaba apartado.

Es pronto para decirnos palabras de amor,
llenar de ilusión el corazón
y la mente nublar de la sin razón.

Pero no es pronto para descubrir a un
maravilloso ser, que con su luz alumbró
el oscuro camino de la tristeza, del sinsabor,
de la desesperanza y la desilusión.

No es pronto; ni apresurado para descubrir tu magia,
tu color y tu encanto.

Wilcor

viernes, 8 de febrero de 2013

Mi amanecer

Amanece

Amanece y los primeros rayos de sol los siento
como si fuere tu calor que entra por los poros
y abrazan cada centímetro  de mi piel.

Amanece y el aire primero de la mañana 
me infunde aquel suspiro de vitalidad que mi ser
cada día ansia para seguir el camino.

Amanece y el roció que  acaricia  la hierb
las hojas y las flores me recuerdan que tus manos
al posarse sobre mis manos me acarician el alma.

Amanece y la esencia de tu ser compite con el sol 
para esparcirse  y traer de regreso hacia mi 
tu fresco y fragante recuerdo.

Amanece y las aves con sus cánticos me 
vienen decir al oído  melódicas notas,
versos y palabras que solo hablan de amor.

Amanece y mi cuerpo ansia tu cuerpo
mis labios desean tus labios
mis oídos solo escuchan tus palabras.

Amanece y mi piel exige el roce de tu piel
mi mente esta dentro de tu pensamiento
mi corazón enloquece por sentir tu palpitar.

Amanece y quiero que el día no acabe nunca, 
que el amanecer nunca muera para poder estar
por siempre y eternamente junto a ti. Wilcor  

  Me gusta amanecer en ti  
      
    

viernes, 1 de febrero de 2013

Camino


El Camino

Anduvo y andado, pisoteado, cabalgado, sediento 
árido en la época estival y anegado nevado, húmedo y frio
en época invernal. Ase encuentra a merced del tiempo
nació como nacen las cosas, de la nada, de donde antes
había otras cosas, otras antes que tu.

Cuantas horas, cuanto tiempo a la espera que algo 
suceda, no corre prisa, no hay en ti fatiga ni pena
no hay reloj de arena, ni suizo, ni de estos que suenan,
tu silencio aguarda al viajero, al hombre que canta y al ave
con su trinar y aleteo irrumpe en tu silencio habitual.

Cuantas historias te guardas, cuantas batallas has podido
librar, testigo eres del bien y del mal.
Te  consagras como elemento esencial de la historia,    
te abres, paso entre  las agrestes tierras, recorres
valles, pueblos, campos, ciudades y montañas.

Trasformas, das color;  por tus venas emana un manantial 
de incertidumbre, de ilusión, al viandante cansado y 
trajinado de la vida, del largo viaje que le enajena y se
alebresta cuando le llevas de regreso a su morada
a su aldea, a su hogar dejando atrás en ti una huella
una estela, un suspirar.   

Demarcas, señalasorientas; invitas al goce de los 
amantes  furtivos, te acompañan las flores que te aclaman y
sus  pétalos al caer en tu regazo te besan el alma.  Las hojas
secas que al caer sobre tu piel te abrigan,  te mecen con brío
secundan tus ansias de un roce, una caricia, un leve suspiro. 

Acezante y firme como el roble, sutil y silencioso observas
desde tu amplia perspectiva, los cambios, los avatares de
tu entorno, los ciclos de tu mundo induces a tus filas
las almas, que a tu paso caminaron y partieron 
para siempre del sendero.wil correa

miércoles, 30 de enero de 2013

La Astuta Vieja De La Casona


La Vieja

Enigmática, taciturna un alma sin rumbo, un espíritu
chocarrero, desprendía su mirada poca alegría y nulo
sosiego.
 Pelo negro, tosco, detenido en el tiempo y aferrado
 a su cabeza como un casco de tortuga, sin volumen,
 sin vida y sin movimiento.

Muchos años tenia ya,   cuantos? nadie lo supo, ni ella,
 ni su tiempo, los años un tanto difícil en su mundo encajar.
 Impensable también por la costumbre de su rebuznar
 si algún día aquella mujer extraña, tuvo lozanía juventud,
 niñez o hubo brillo en su mirar.

Opaca, mustia nada expresiva, muy chueca y 
fusiforme  en todo su raro aspecto, ojos grandes y 
negros como las moras, mirada oscura  desgajada sin dirección  
alguna, mas bien pareciese que sus ojos duros, inertes sin 
movimiento desorbitaban entre la vida y la muerte.

Camisones largos sin linea, sin forma, cual sacos de patata
 cubrían su cuerpo, su único complemento un delantal
 mugriento hecho a jirones de trapos viejos, mucho pegote, 
demasiados remiendos. Destacaban grandes bolsillos que iban 
desde las jamonas piernas hasta sus grandes y descolgados pechos. 

A pesar de sus posesiones; tierra, gran casona de madera; con 
grandes habitáculos, pasillos, salones, un gran y fértil huerto
era ya costumbre su itinerante paseo de mendicidad.

 Nunca tuvo de nada, falta siempre de todo capricho y antojo,
 su misma argucia, su memorial argumento fueren el principal
y muy efectivo medio de sustento.
Olisqueaba sus presas con olfato de perro hambriento desde
 su lúgubre aposento, su afinado oído de lechuza en celo percibía
 el vuelo de una mosca a varios metros, ataviada como era habitual,
 desaliñados andares,  renguera descompensada y pies en polvorosa 
 la muy señora mía echaba a andar.

Ya su olfato, su oído y su tentáculos preparados están, 
recorrido trazado, el caldero en su fuego montado, dispusiese 
su fruto recolectar, el sonido del  hacha cabalgando en la leña le eren
 suficiente para orientar. Allí de la nada ella asomaba, una vez ya 
el leñador abordado, su lánguido discurso empieza a soltar:
ante todo un buen saludo, una mueca decadente, un buen gesto
de amistad, la frase típica para estos casos " de casualidad le sobra
o tiene por ahí;" alguna viruta o una  astilla, no tengo leña para guisar.
También y ya que estamos en ello, a casa le agradecería me la
 pudiese llevar.

Avanza aletargada una, dos, tres casas y las que pueda recorrer
 pues nunca esta demás, alguna cocina un trozo de carne ahumada 
o de tocino en gancho colgado su olfato afinado le tientan a entrar,
 los grandes bolsillos del sucio y remendado delantal se empiezan 
a hinchar, hay que seguir el camino antes que caiga la brisa a toda
prisa que aun queda mucho generoso y bueno  por visitar.  

Todo aquel que en su camino encuentre de el su fruto, ella  "La Vieja"
 sin sudor alguno algo ha de cosechar, pero que se puede hacer; 
acaso no hay que tener caridad?, ante sus maliciosos, quejumbrosos
 y lastimosos argumentos quien se ha de negar.Hay que hacer 
buenas obras para el cielo alcanzar.

Un cacito de leche, por aquí, un poco de manteca por allá, algún puño 
de café azúcar y sal. Tampoco en la dieta y teniendo en cuenta 
que a su edad, la fruta,  la hortaliza y algo para el postre no debe faltar.
 El gran bolsillo de aquel viejo delantal con todo lo que le echen
 puede aguantar. 

Así pues; con un  " Hijo Querido". Una ya tan vieja, sola y tullida,
 de otra no le queda, nada mas que un "Dios se lo ha de pagar"
La olla en el fuego por ella espera, bolsillo lleno, pata chueca con paso 
descompensado y ligero a su hogar con premura debe regresar.  
wil correa