Granada
Cómplice de la Noche, Compañera de la Luna, Hermana de la lluvia, Amante del Sol.
Tu noche me embrujo, cual hechizo y en tus mágicos sueños me perdí.
Tu amanecer me deslumbro, tu sol me sorprendió y entre sus rayos me estremecí.
Tu día me dio vida; vida para quererte, admirarte y contemplarte.
Tu atardecer me enamoro, cual amor de inocente niñez, ese amor cautivo, perplejo ante la belleza y majestuosidad de tu candidez.
De ti me quedo prendado; irresistiblemente hermosa, radiante, blanca y fresca. Cual novia con su pureza se dirige al encuentro de su amor. Wil
































































No hay dudas de que la echas de menos...
ResponderEliminarUn abrazo muy grande,
Eva.
Y tanto, mas que a nada.
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